viernes, 2 de mayo de 2014

La sabiduría interior

atardecer

Un sabio cierta tarde, llegó a la ciudad de Akbar.

La gente no dio mucha importancia a su presencia,
y sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población.

Incluso después de algún tiempo llegó a ser motivo de risas
y burlas de los habitantes de la ciudad.

Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar,
un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo.
En vez de fingir que los ignoraba,
el sabio se acercó a ellos y los bendijo.

Uno de los hombres comentó:
¿Es posible que además, sea usted sordo?.
¡Gritamos cosas horribles y usted nos responde con bellas palabras!.

- "Cada uno de nosotros solo puede ofrecer lo que tiene".

Fue la respuesta del sabio.

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